lunes, 9 de junio de 2014

Ozymandias

Conocí a un viajero de una tierra antigua
que dijo: «dos enormes piernas pétreas, sin su tronco
 se yerguen en el desierto. A su lado, en la arena,
semihundido, yace un rostro hecho pedazos, cuyo ceño

y mueca en la boca, y desdén de frío dominio,
cuentan que su escultor comprendió bien esas pasiones
las cuales aún sobreviven, grabadas en estos inertes objetos,
a las manos que las tallaron y al corazón que las alimentó.

 Y en el pedestal se leen estas palabras:
"Mi nombre es Ozymandias, rey de reyes:
¡Contemplad mis obras, poderosos, y perded la esperanza!"

No queda nada a su lado. Alrededor de la decadencia
de estas colosales ruinas, infinitas y desnudas
se extienden, a lo lejos, las solitarias y llanas arenas»

martes, 20 de mayo de 2014

Asientes con la cabeza, respiras profundo y lo afrontas. Es lo que hay. Punto.

domingo, 6 de abril de 2014

La mierda de siempre

Asistes a una charla en la que interviene un representante de una multinacional. Lo típico, antes de empezar a hablar de lo que realmente ha ido a hablar te cuenta todas las bondades de la empresa. Se le llena la boca hablando de los valores de la compañía: el respeto, la responsabilidad con el mundo y sus situaciones, la sostenibilidad, buscar el progreso y demás palabras bonitas. Después cifras que la gente de a pie no entiende pero que por la cantidad de ceros que tienen detrás, impresionan. Y luego te pone un vídeo, un vídeo cojonudo, con dibujos y esas cosas que te emboban un rato. Y de repente en el vídeo empiezan a aparecer frases como "el mundo será cada vez más rico y habrá muchas más transacciones económicas", "los países tendrán más riqueza", poniendo como ejemplo a Italia, México o Rusia. Te dicen que esto no para de avanzar, que cada vez habrá más formas de ganar dinero, más mercados, y que eso es genial para la empresa, y para ti si trabajases con ellos. Se acaba el vídeo, el tío sigue con su presentación en Power Point y llega al también típico momento en que habla de la labor social de la empresa, de como sus empleados colaboran con Unicef y ayudan a los viejecitos a cruzar la calle. Luego te dice que bueno, a veces con todo el dolor de su corazón la empresa tiene que tomar "decisiones difíciles" (como por ejemplo despedir a miles de empleados), pero siempre desde el máximo respeto a las personas y su situación y que bueno, que la vida sigue y ya está, la culpa es de la crisis. En cuanto al medio ambiente, en la empresa se hacen las restricciones que las leyes actuales obligan a hacer y probablemente lo hagan a regañadientes porque les ocasione pérdidas, pero este señor trajeado te lo vende como si ellos mismos hubiesen redactado el protocolo de Kyoto y todo lo que hacen "por el planeta" hubiese sido una iniciativa suya. Para acabar, algún vídeo más, alguna cifra más y ya está.

A veces pienso que soy el único que ve contradicciones en estas cosas o que piensa que nos toman por gilipollas.

Ejemplo de contradicción del mundo de hoy




Este mundo nuestro funciona así, ya lo sé, pero vaya puta mierda, ¿no? Tiene que llegar un tío engominado con su traje y decirte que respetan al mundo y luego te dice que "el mundo" será cada vez más rico obviando que para que algunos países sean más ricos, otros serán (aún) más pobres. Dice que tienen responsabilidad social cuando semanas antes has visto en la tele que han echado a la calle a miles de trabajadores porque no tenían suficientes beneficios. Indemnización de mierda, palmada en la espalda y a la calle. Eso sí, con gran respeto. ¿Y tú tienes que asentir la cabeza, creértelo y llevarte una gran impresión de la empresa? ¿De verdad?

Ya que todo lo que no tiene que ver con sus beneficios les suda los huevos, al menos podrían tener la decencia de no presumir de lo contrario. Que al menos digan "queremos beneficios año a año y lo demás no nos importa una mierda", al menos serán sinceros. Pero no, hacen bien en hacer eso, porque la gente se lo cree. El engominado se llevó una ovación.

sábado, 22 de marzo de 2014

A veces es necesario sangrar para darte cuenta de que estás vivo.

martes, 11 de marzo de 2014

Vergüenza


Hace 10 años del atentado del 11-M y todavía no ha empezado a darle vergüenza a los políticos españoles utilizarlo como arma política. Unos y otros, otros y unos, buscando argumentos en una tragedia que acabó con la vida de 191 inocentes para desprestigiarse mutuamente y quedar por encima del otro para lograr el fin definitivo de su existencia: la confianza de la gente, votos, dinero. Un acto solemne cada año, un minutito de silencio para contentar a la parroquia, cara de pena y tirando.

Seguro que todos aquellos que perdieron a alguien ese día llevan 10 años disfrutando mucho viendo por la tele como se utiliza la muerte de alguien a quien querían para hacer política.

Y no sólo políticos, que si de algo esta lleno este país es de memos y miles de personas se pasan la vida buscando una explicación a lo ocurrido que satisfaga sus ideales políticos y deje en buen lugar a quien a ellos les convenga. Por no hablar de medios de comunicación al servicio de uno u otro partido político o una u otra ideología que publican informaciones tendenciosas incluso tratándose de algo así. Dan asco.

¿Pero cómo se puede esperar de los políticos que respeten a los muertos si ni siquiera respetan a los vivos? Luego que por qué me da asco la política, que por qué no confío en la “democracia” actual. A pastar. HIJOS DE PUTA.

jueves, 6 de marzo de 2014

Del Harlem Shake a las selfies

Y así sucesivamente. "Se pone de moda" cualquier gilipollez y todos a hacerlo. ¿A quién le interesa que se ponga de moda? ¿Se aprovechan estas modas para hacer publicidad y engañar a la gente? ¿Se están riendo de nosotros? Eso nadie se lo plantea, se hacen la foto a sí mismos en una postura extraña y si consiguen 20 retweets duermen felices esa noche.

Y así funciona el mundo.