Hay cosas que se suelen saber
desde que eres pequeño, ya sea por observación o porque te las enseñen. Cuando
siendo algo más mayores se descubren estas cosas, hay quien se siente estúpido
(lógico) y también hay quién se siente ilusionado, recordando esa sensación que
se tenía cuando éramos niños y descubríamos cualquier cosa. Fue esto lo que
sentí hace unos meses, cuando descubrí algo que cambio mi forma de ver las
cosas.
Sólo cuando la Luna está llena,
se ve entera. Eso era lo que pensaba yo hasta que me di cuenta de que cuando no
está llena también se ve todo su contorno, no se ve todo negro, se ve un
círculo algo más claro alrededor de la parte que se ve. Fue una especie de
alucine lo que sentí, pero a la vez me emocionó y… me hizo pensar. Me hizo
pensar en aquello de que no siempre las cosas son como creemos, que a veces
tenemos las cosas delante de nuestras narices y no las vemos realmente como son
por no mirar con atención. Yo hace un par de años habría llamado loco al que me
hubiese dicho que la Luna se ve entera siempre, y mira por donde es así. Me
pregunto con cuantas cosas más me pasará lo mismo, porque estoy seguro de que
no es la única, de que hay un montón de cosas que doy por hechas y a las que
seguramente no haya prestado nunca la atención que debería. En mi caso, un
descubrimiento tardío de algo que supongo que es evidente me hizo abrir los
ojos sobre muchas cosas, me alegro de haber sido tan estúpido de no haberme
dado cuenta antes.