martes, 13 de agosto de 2013

Ni más, ni menos

Haces un examen jodidísimo y te sale bien, eres el único que aprueba, con un 6. El amo, el mejor. El profesor decide repetir el examen para que mejoren las notas, y a ti te deja repetirlo también, para que subas. Pero, ¿para qué? Tú ya aprobaste, el examen más difícil que habías hecho en tu puta vida y lo aprobaste, no necesitas subir nota, joder, ya te has pasado ese juego. Llega el día, el resto hacen el examen, que esta vez es mucho más fácil. No suspende nadie. ¿La nota más baja? Un 6,5. Y cuenta más que tu 6, aunque el examen que tú aprobaste fuese mucho más chungo, aunque tú lo hicieses a la primera, cuenta más. De ser el mejor, a ser el peor. Eso es la vida. Ni más, ni menos.

Ya puedes sentirte como una estrella del rock, tener dominado el asunto, ser el putísimo jefe, que si levantas el pie, si te descuidas y crees haber llegado a la cima, si dejas de tomarte la vida como un juego en el que cada error se paga muy caro, la cagas.

El mundo te tiene cogido por los cojones, aunque a veces caigas en la trampa de creer que es al revés.

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