viernes, 11 de marzo de 2011

Días cualquieras.

Un viernes cualquiera, podría ser, estoy seguro de que para mucha gente lo es pero hace tiempo aprendí que ningún día es un día cualquiera y hoy tampoco lo es. Habrá cosas que sí que serán como un día cualquiera, a muchos no se les olvidará meterse en el tuenti a cotillear un rato, a subir tres fotos tontas sacando la lengua y perder el tiempo de formas increíbles. A muchos otros no se les olvidará ver Sálvame y enterarse del último cotilleo y ver a cuatro payasos dando voces. También los habrá, y muchos, que ya estén ultimando los detalles para la fiesta de esta noche, quedando con gente para comprar el alcohol que se van a beber y decidiendo a qué discoteca ir, tampoco se les va a olvidar esto. Luego están los que van a pasar la tarde en un centro comercial llenando su armario, o comprando el ultimo cacharro que lleve una "i" como primera letra de su nombre y una manzanita dibujada por detrás, porque es muy importante estar a la última, tampoco se les va a olvidar. Están también los que no hacen ninguna de estas cosas, que serán la mayoría, pero que tampoco le prestan la menor atención a nada y, por qué no decirlo, también hay personas que si se la prestan, aunque sólo a las que les interesan.


Llegados a este punto... seguro que hay muchas, muchísimas personas que aún habiendo hecho todas estas cosas no saben que hoy habido un terremoto tremendo en Japón. Pero lo más triste no es eso, porque han podido no enterarse por mil razones, lo más triste es que hay aún más personas que se han enterado y les da total y absolutamente igual, "bueno, nos queda bien lejos..." y simplemente no le han prestado la menor atención. Creemos que vivimos en una situación estable, que no puede pasar nada que nos arrebate todo lo que tenemos, que nosotros y nuestras cosas estamos "seguros" y nada malo nos puede pasar.


No es así, en un segundo te cambia la vida, porque la vida es así y porque la línea que separa el todo y la nada es fina, muy fina, y puedes perder todo lo que tienes en cuestión de segundos. En los 10 o 20 segundos que dura un terremoto y se lleva tu casa por delante, en los 3 minutos que pasan desde que te tropiezas yendo borracho y caes a un río y te ahogas, o en los 5 segundos que pasan entre que cruzas sin mirar y te pasa un camión por encima. En fin, que no hace falta demasiado tiempo para perderlo todo.

Si pasásemos menos tiempo viendo estúpidas fotos en el tuenti y haciendo un sinfín de cosas idiotas y dedicásemos más a ver fotos cómo éstas, valoraríamos más lo que tenemos, lo valoraríamos desde el punto de vista de que hoy lo tenemos pero no sabemos lo que va a pasar mañana.

Y Japón no es un país tercermundista ni mucho menos, ni un país que no esté preparado para este tipo de desastres naturales, de hecho es el más preparado para terremotos porque son muchos los que a lo largo de un año tienen que sufrir. Con otros desastres, para engañarnos y sentirnos seguros nos decimos que eso en países desarrollados no tiene esas consecuencias (como cuando el tsunami de Indonesia o el terremoto de Haití), que se puede preveer y demás. Bueno, pues hoy he visto en las noticias un barco llevándose por delante un coche en Japón en una ola que entraba 5 kilómetros en la tierra y eso, por mucho que lo veas venir, te pasa por encima.

Y a todo esto, ¿cuántos son los que se acuerdan de que hoy es 11 de marzo sin que se lo diga nadie? Y... ¿cuántos son los que necesitan que les digan que es 11-M en lugar de 11 de marzo para que se den cuenta de qué día es? Hace 7 años ya de aquel día que, aunque tenía 11 años no voy a olvidar nunca, porque las 200 personas que perdieron su vida ese día a las 7 y media de la mañana, cuando iban a clase, a trabajar, a  visitar a alguien al hospital, felices o tristes, teniéndolo todo algunos, teniendo menos otros pero seguramente sin pensar que en el segundo que tarda en explotar una bomba lo perderían todo; no merecen que las olvidemos, y no debemos olvidar la suerte que tenemos los que no nos vimos afectados por aquello directa o indirectamente. 

En resumen, no creo que hoy sea un día cualquiera.

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