domingo, 1 de abril de 2012

Sin paracaídas

Hay que tomar una decisión. Respirar profundo da igual, esa ansiedad repentina ha venido para quedarse. Momento de decidir, sin saber si es lo correcto, tu futuro. Momento de abrirse unas puertas y cerrarse otras. Imposible hacer algo con el convencimiento de que saldrá bien. Inevitable arrepentitse después en algún momento, sea cual sea la decisión que se tome.

Pero sin esto la vida no sería lo que es. Son las decisiones las que nos mantienen alerta, el ser humano es adicto a la incertidumbre. Necesitamos tirarnos al vacío sin paracaídas de vez en cuando, aunque nos cueste.

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